La contaminación química en la cadena alimentaria es un problema creciente y responsable de muchas enfermedades crónicas y auto-inmunes en nuestros perros y gatos. Coman dieta BARF o no, la frecuencia con la que aparecen todos estos químicos y metales pesados en el alimento de nuestras mascotas es innumerable, pero sobre todo cuando la procedencia de las materias primas no son de origen ecológico.
El proceso de contaminación del alimento de tu perro, empieza con los herbicidas y fungicidas que se utilizan en los cultivos, (si ya había crecido exponencialmente el uso de estos, desde los años 90 con la introducción de los productos transgénicos, el uso de herbicidas se dispara un 25% más) y continua con los antibióticos, las hormonas o aceleradores del crecimiento, los tranquilizantes y demás fármacos administrados al ganado.
Acumulación de metales pesados en los alimentos
Los metales pesados como el arsénico, plomo, cadmio y sobre todo mercurio, están cada vez más presentes en la alimentación en general, y por supuesto en la de tu
perro o gato, y lo peor de todo es que no se destruyen con el paso del tiempo.
Desde el suelo pasan al tejido de las plantas, esta planta es ingerida por un animal y entran en su organismo pasando a sus tejidos, y si este animal es ingerido por otro animal carnívoro la acumulación es más concentrada y pasa al que lo ha ingerido. Cada paso da lugar a una acumulación mayor.
Un estudio del New England Journal of Medicine demuestra que esta acumulación es mayor según el número de pasos en la cadena, al comparar la leche materna de una mujer americana, con la de una mujer americana vegetariana estricta y comprobar que la contaminación química es 35 veces superior en la no vegetariana. Si estos elementos químicos fueran neutros no pasaría nada, pero el caso es que son realmente tóxicos.
Consecuencias de la contaminación química en el alimento de tu perro
1 - El plomo es el metal más habitual
La mayor parte de la contaminación por plomo de los alimentos comerciales para mascotas procede de la harina de hueso. Aunque constituye una excelente fuente de calcio y otros minerales, los huesos del ganado vacuno de los países industrializados contienen altas concentraciones de plomo debido al uso durante décadas de gasolina con plomo. Una de las complicaciones del envenenamiento por plomo y metales pesados es que son muy difícil de detectar. Puede aparecer como un tipo de anemia, hiperactividad, convulsiones, dolores gástricos, diarreas, etc.
2 - Perdida de energía y de nutrientes
Cuando se produce una intoxicación química por la alimentación, el organismo del perro o del gato, debe de eliminar las sustancias tóxicas utilizando un exceso de energía y de nutrientes, que podrían ser empleados para fines constructivos.
El organismo del animal utiliza varios mecanismos para desintoxicar. Principalmente estos procesos tienen lugar en el hígado (detoxificación), en los riñones
(eliminación), en la piel (eliminación adicional que podemos ver en depósitos en el pelo), y en el sistema inmunitario que reacciona ante sustancias
perjudiciales. Cuanto más tóxica sea la sustancia química, más arduo será el trabajo del organismo, y más enzimas y vitaminas tendrá que emplear.
3 - Enfermedades por acumulación de sustancias tóxicas
El organismo no puede detoxificar todas las sustancias tóxicas y estas son acumuladas en los tejidos. Cuando el hígado no es capaz de detoxificar los metales pesados o las sustancias químicas, pueden empezar a aparecer alergias, pérdida de peso, fatiga, problemas de piel, artritis, enfermedades autoinmunes, etc.
4 - Carencias de Omega 3
A los animales estabulados no se les permite moverse libremente, ni pastar, y su alimentación está basada totalmente en grano. Como consecuencia las carnes que producen tienen altos niveles de grasas saturadas y bajísimos niveles de ácidos grasos esenciales, básicamente ninguna cantidad de Omega 3. Esta carencia de Omega 3 está muy generalizada sobre todo en la alimentación comercial (no ecológica) para mascotas, y las consecuencias pueden llegar a ser bastante graves: todo tipo de procesos inflamatorios, problemas de infertilidad y de crecimiento en el caso de cachorros, problemas en el desarrollo del sistema nervioso, y deterioro prematuro de la vista y el oído, etc.
Alternativas en tu salud y la de tu mascota
Es el momento de tomar conciencia y empezar a hacer lo que esté en nuestra mano para evitar toda esta contaminación química, no sólo en nuestros animales sino en todos los que vivimos en este planeta, y los que están por venir.
Piensa además que a parte de la sostenibilidad, cuando compras ecológico para ti o para tu perro o gato, estás colaborando con las pequeñas
explotaciones normalmente familiares que hacen sostenible la vida en el campo de una manera limpia y respetuosa con el Planeta y los animales.
Fuentes: Dr. Pitcairn "Manual completo de medicina natural para el perro y el gato"
Dr. Ian Billinghurst " The BARF Diet"
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